Visité Huaraz de niño cuando tenía 13 años y quedé hipnotizado por lo majestuoso de sus nevados, fue la primera vez que pude ver y tocar nieve. Desde entonces he querido volver y no he podido hasta ahora 23 años después.
Esta vez, lo hice en compañía de mi esposa Carmen aprovechando el feriado largo por fiestas patrias, tengo que confesar que estuve algo nervioso todo el viaje pues ninguno de los dos aún habíamos recibido la vacuna contra el covid-19, sin embargo con mucho cuidado y siguiendo todos los protocolos recomendados tuvimos un viaje increíble.
Nuestra base fue Caraz, ubicada a 45 minutos de Huaraz. Esta experiencia fue aún más emocionante porque fuimos en nuestro auto propio, salimos de Lima y en aproximadamente 12 horas (incluídas las paradas para SS.HH y almorzar) llegamos.
Era la primera vez de Carmen en Huaraz y obviamente quería conocer los principales atractivos turísticos como las lagunas de Llanganuco, la antigua ciudad de Yungay y probar los deliciosos y tradicionales helados de Caraz dulzura. Además de estos tours contratamos uno para conocer Laguna 69, había visto muchos videos en youtube con testimonios de gente atónita ante tanta belleza, no solo de la propia laguna sino de toda la naturaleza que la envuelve. Créanme cuando les digo que todo lo que pude haber visto o leído se queda chico, el lugar es mágico, estar rodeado de montañas y nevados te recarga de una energía única, de verdad que somos unos afortunados por tener tanta belleza a nuestro alcance.
Fotografié lo más que pude o bueno hasta que el aire me alcanzó, luego de casi 14 horas caminando volvimos al bus cansados, pero contentos y recargados de una vibra alucinante.
Quiero volver, pero esta vez hacer cumbre, me han dicho que el nevado Mateo es una excelente opción para todos aquellos que deseamos empezar a escalar y bueno si la vida y Dios lo permite espero volver muy pronto y ya no dentro de otros largos 23 años.
Huaraz
